Cambio mi cabello en cada cambio de estación, o cuando una vieja herida sana en mi corazón. Hoy lo hice por el otoño, mañana tal vez porque no me duele tu adiós.
No me dejes aunque tarde o temprano nos abrace la monotonía aunque de repente ya no me veas tan linda aunque ya no te recuerde a mí nuestra canción aunque al ver mi foto ya no sientas latir tu corazón. estoy tan acostumbrada al abandono que encariñarme a tu presencia fue mi peor error y eso es algo que todavía no me perdono porque imaginar que nos distanciamos me da pavor. Porque se siente tan bien estar contigo que nos duela la garganta de tanto reír y de que contigo no me guardo las cosas que antes jamás me atreví a decir. Así que te pido que no me dejes y que en cambio me dejes dejarte y que nuestro paraíso dure un pestañeo y que cuando abras los ojos esté tan lejos que no me veas alejarme.