27 de enero.


Hoy desperté

y te extraño. 


He tenido que aprender a vivir,

aprender a vivir de nuevo

pues la única forma 

en la que sabía hacerlo 

era en una vida en la que estabas tú. 


Hace días desenterré 

(para mi desgracia)

cómo se sentía vivir 

como antes lo hacía.


Y extraño cómo era tenerte 

y te busco 

y aprendo a no buscarte

y te recuerdo.


Y todavía no puedo recordarte sin sangrar.

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