¿crees que sea cierto? que lo nuestro es un caso perdido porque no toco tus manos porque no estoy en tus brazos porque no te protejo del frío. ¿crees que sea cierto? que estamos perdiendo el tiempo porque no nos vemos porque no te beso porque vivimos lento. lo siento real aunque no haya caricias aunque quede un silencio de kilómetros aunque las inseguridades me llenen de astillas. son reales las risas y llantos que compartimos el nudo en la garganta cuando discutimos el te amo que nos inaugura el sueño el nido de confianza que construimos. valemos la pena tu y yo, nosotros, individuales, unidos valemos la pena felices, completos, destruidos valemos la pena juntos, separados, abrazados y afligidos valemos la pena porque tomarte de la mano se merece el sacrificio.
no puedo olvidar que existes, aunque salga a la calle y no te encuentre, aunque te busque en los parques y no estés. aunque no queden fotos, ni mensajes, ni pistas de ti. no puedo olvidar que existes, que alguna vez me amaste, que alguna vez reíste, que alguna vez lloraste. no puedo aceptar que no existen tus ojos, tus manos, tus labios. no puedo olvidar tus chistes, tus frases, tus te amo. no puedo aceptar que tu amor no será mío, y que te mudas a otra vida en la que para mí no hay espacio. no puedo olvidar lo que me haces sentir, lo que ya no volverá a ser, lo que ya no podemos terminar de construir. no quiero olvidarme de ti, que algún día sin querer ya no cruces por mi mente, que no haya pruebas de que alguna vez te tuve, de que no quede el rastro de lo nuestro ni migajas de las palabras que guardé en mis dientes. guardaré un poco de nosotros, para que vuelvas a mí de vez en cuando si es que algún día te alejas, para que nuestro paraíso no se pierda e...
N o entiendo a la vida, a la gente; a las cosas que pasan, a las que no. Entendía, sí, porque intentaba entender. Me esforzaba y en cada esfuerzo se iba un pedacito de mí. A hora hay solo, ecos de esfuerzos e intentos. Ya no pienso hasta que se me incendia la cabeza tratando de comprender las acciones, las palabras, las intenciones. Dejo ser. Y se me va esa muchacha, la que era, la que hacía de más por los demás. No la extraño. Con ella se van los llantos y los desvelos por lograr entender lo que no debía. Por saber de más, por escarbar siempre a los otros, por no poder ver solo la superficie. Se me va, se me escapa de las manos, la pierdo, pero no la persigo. Por fin la dejo en libertad.
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