Ensoñar(te)

 

De ti no quiero nada si es costoso,
a mí me basta y me sobra
con tu rostro entre mis manos,
yo me conformo con tus ojos
aunque sea entrecerrados.

Conmigo tu cuenta está más que saldada
con el hecho de compartir una canción,
te confieso que aun así mis emociones
se pierden como en un laberinto
pues me cuesta que solo dure
tres minutos con cuarenta y cinco.

Déjame tomarme el atrevimiento
de no pedirte nada más
que estar cerca el uno del otro,
en una habitación con poca luz
y mis sentimientos silenciosos.

No tenemos que tocarnos,
no tienes siquiera que mirarme;
tu presencia es más que suficiente
para lograr sosegarme.

Incluso tu energía baja,
tu sonrisa tímida que en ocasiones se ausenta
y esa estrella distraída en la punta de tu nariz,
son competentes para complacerme
cuando siento que se encuentra una tormenta
destrozándolo todo dentro de mí.

Otra de esas noches en las que te pienso y
sin embargo el escenario no ha cambiado.
Me asusta soñar despierta porque no duermo,
cuando mi imaginación se cansa y despabilo
me invade un sabor amargo a
“si no te encuentro me pierdo”

Tus brazos aferrándose a mí
las yemas de mis dedos de excursión por tu cabello
mi aliento acariciando tus oídos hasta no poder respirar
y la música difuminando todo
lo que mi corazón no se atreva a palpitar.

Luz cálida en una noche apagada,
música suave en la madrugada
y el miedo constante a quedarme a la deriva
dentro de mi velero de pensamientos
en un mar en donde de nada sirve un ancla.

Mis canciones se vuelven calor,
se congela mi realidad
y creo que ahora padezco daltonismo,
pero solo en un paisaje en el que no estás.

Mis ideas absurdas y sin sentencias
siempre me han servido como guía
cuando camino sin destino
y no existe un punto de partida
en mi mundo de abundantes tristezas.

Desde hace tiempo que no me siento segura
ni en mi propia cabeza,
porque ya no me pertenece
ahora carece de certeza.

Pierdo la cordura y me aterra,
no sé cómo salir de una fantasía
que me lastima y me quema
pero que en las noches la quiero conservar,
cuando ésta, de hecho me consuela.


-FG